La exposición al sol durante la actividad subacuática está garantizada, tanto en la travesía en barco como en las inmersiones desde la propia playa, incluso durante la inmersión, si estamos en el trópico y buceamos sin traje. Cierta exposición al sol resulta beneficiosa para la salud, puesto que es una fuente de vitamina D y contribuye a mejorar el estado de ánimo, pero una exposición prolongada e imprudente sin la protección necesaria, puede producir diversos síntomas como enrojecimiento, inflamación de la piel, dolor, vesículas, fiebre, escalofríos, debilidad y en casos extremos puede ser causa de shock, caracterizado por desmayos y presión arterial baja.
Todo esto es consecuencia de quemaduras, insolaciones, afecciones oculares, alteraciones del sistema inmunitario o el envejecimiento cutáneo prematuro. El aumento del cáncer de piel (carcinoma y melanoma maligno) en los últimos años es un claro indicativo de los peligros que comportan estas radiaciones cuando no se toman las medidas de precaución adecuadas.
No obstante, la mayoría de los efectos adversos de la exposición al sol son evitables siguiendo unos sencillos consejos que recomiendan el Ministerio de Sanidad y Consumo y las organizaciones especializadas:
- Evita exponerte al sol en las horas centrales del día (de 12 a 17 horas), así como exposiciones prolongadas o siestas.
- Disminuye las partes del cuerpo expuestas directamente al sol. Las prendas ligeras, las camisas de punto tupido y los pantalones largos bloquearán la mayor parte de la radiación solar. Las prendas más cómodas en los climas calurosos son las camisas de algodón de colores claros.
- Se recomienda cubrir la cabeza con sombreros o gorras.
- El sol puede dañar también los ojos, por lo que es recomendable utilizar gafas de solo homologadas que filtren, al menos, el 90% de la radiación ultravioleta.
- Utiliza productos de protección solar con un factor elevado y adecuados a su edad, tipo de piel y zona del cuerpo. Estos protectores deberán aplicarse, en cantidades generosas, 30 minutos antes de exponerse al sol y renovarse cada dos horas y después de cada baño. Recuerda que ni siquiera los productos de protección solar muy eficaces y que protegen frente a ambas radiaciones, UVB y UVA, pueden garantizar una protección total frente a los riesgos que la radiación ultravioleta (UV) entraña para la salud.
- Cuidado con exposiciones sobre y en el agua, ya que la radiación puede penetrar hasta un metro en el agua clara.
- Si tomas medicación, comprueba que ésta no aumenta la sensibilidad cutánea a la radiación ultravioleta.
- No olvides que el riesgo de quemaduras solares se incrementa con la altura (cada 300 metros, aumenta un 4% el poder de las radiaciones ultravioletas) por lo que en la montaña se deben seguir los mismos consejos para protegerse del sol.
Pero… ¿Qué factor de protección solar escoger? Aquí entra en juego la dosis eritematógena mínima, que es el tiempo que tarda cada tipo de piel en quemarse. Las pieles claras tardan menos y las oscuras más. Así, el factor solar hace referencia a cuánto tiempo aumenta o nos protege más si llevamos la protección solar. Es decir, con un factor de protección 10, tardaremos 10 veces más en alcanzar esa dosis eritematógena. Y si llevamos factor 50, tardaremos 50 veces más en quemarnos. Y por supuesto no son iguales. Un factor 50 nos protege de forma mucho más intensa que un factor 10.
Como mínimo hay que utilizar un factor 30, tal y como recomiendan las autoridades europeas y americanas. Si bien es cierto que entre los factores 50 y 100 no hay tantas diferencias como entre 10 y 50. Pero instamos a usar un factor alto ya que la gente suele utilizar bastante mal la fotoprotección: se ponen poca cantidad y fallan en la reaplicación.
No hay que olvidar que los efectos negativos de la exposición prolongada al sol son ACUMULATIVOS.
Ver más en: https://www.20minutos.es/noticia/3380821/0/que-ha-de-contenener-un-protector-solar-seguro/#xtor=AD-15&xts=467263
https://www.sabervivir.es/protegete-del-sol
http://www.buceo21.com/REPORTAJES/medicina/exposicion_solar.htm